En los últimos años, peligrosas drogas sintéticas han inundado las calles y enviado a montones de personas a los hospitales. Tienen nombres como "Spice", "K2", "Sales de baño" y "Flakka". Pero el nombre más peligroso para estas sustancias tóxicas suele ser el más común: "Hierba sintética".
Niños, presos en libertad condicional, personas que buscan trabajo y muchos otros recurren a estas drogas artificiales en busca de un sustituto legal de la marihuana. En realidad, están consiguiendo algo mucho, mucho peor.
Por qué la "hierba sintética" no se parece en nada a la hierba
Uno de los mayores peligros de drogas como la K2 es la diferencia entre lo que esperas y lo que obtienes. Muchos se acercan a estas drogas sintéticas buscando el mismo subidón, sin los problemas legales y profesionales que conlleva fumar la auténtica. Sin embargo, muchos de estos sustitutos sintéticos de la marihuana tienen poco en común con el cannabis real, si es que tienen algo en común.
El subidón que produce fumar marihuana procede del THC, una sustancia química natural. Estas alternativas sintéticas se basan en cannabinoides sintéticos para conseguir su efecto embriagador. Aunque el envase de estas drogas intente decirte que son naturales, no lo son. En realidad, estos cannabinoides sintéticos no son más que sustancias químicas diseñadas para imitar al THC. Pueden ser eficaces hasta cierto punto.
Mientras que el THC es un agonista parcial, los cannabinoides sintéticos actúan como agonistas completos. Esto significa que desencadenan reacciones cerebrales mucho más fuertes que la marihuana normal. Aunque ambos activan la misma parte del cerebro, el efecto es diferente.
"Los cannabinoides sintéticos están hechos a medida para golpear los receptores cannabinoides y golpear fuerte. Esto NO es marihuana, dice Paul Prather, PhD, Profesor de Farmacología y Toxicología de la Universidad de Arkansas para las Ciencias Médicas. "Su acción en el cerebro puede ser similar, pero el efecto físico es muy diferente".
Es fácil pensar que esto sólo significaría un mayor subidón. Pero el efecto "más fuerte" acaba actuando como un veneno en tu cuerpo. Puede desencadenar reacciones intensas, como psicosis, taquicardia, alucinaciones, daños renales e incluso derrames cerebrales.
Conozca sus drogas sintéticas
Para luchar contra las prohibiciones legales y las leyes antidroga de Texas, los fabricantes de cannabis sintético modifican constantemente la fórmula para esquivar las leyes. Los efectos básicos son los mismos, pero estas drogas reutilizadas y reenvasadas son más o menos terribles para el consumidor.
Para que no cometas un error costoso, hemos desglosado las drogas sintéticas más comunes por nombre y efecto.
- Flakka: Aunque no lleva mucho tiempo en el mercado, Flakka ya ha acaparado varios titulares. Sus efectos son más parecidos a los de la metanfetamina y el PCP que a los de la marihuana. Este compuesto sintético contribuyó a hasta 63 muertes en Florida desde 2014. Aunque es ilegal en su mayor parte, no dejan de aparecer nuevas formas de Flakka en el mercado, mientras la DEA trabaja para prohibirla por completo.
- Sales de baño: Aunque el nombre puede sonar relajante, los resultados no lo son. A pesar de su reputación de convertir a la gente en muertos vivientes, muchos consumen sales de baño como alternativa. Al igual que la Flakka, las sales de baño pueden provocar una psicosis intensa. Además, provocan hipertensión, dolores en el pecho y pensamientos suicidas.
- Spice: La que lo empezó todo. Aunque no es exactamente legal en Texas, estas engañosas "alternativas a la hierba" siguen apareciendo en las gasolineras. A menudo se venden ilegalmente. Pueden parecerse a la marihuana, pero estas hierbas sintéticas tienen efectos mucho más pronunciados en tu cuerpo. Entre los 500 nombres callejeros de estos cannabinoides sintéticos, K2 y Space Cadet se encuentran entre los más comunes.
Si estás en libertad condicional, buscas trabajo o simplemente un nuevo subidón, las drogas sintéticas no son la mejor opción. Hagas lo que hagas, asegúrate siempre de saber lo que estás tomando. Y no tengas miedo de pedir ayuda si las cosas empiezan a ir mal. Es mejor ir al hospital que a la cárcel o, peor aún, al depósito de cadáveres.
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